Carta a un acosado:

Esta carta esta dirigida a ti. Si, a ti, a ti… No mires a otro lado que eres tú el objeto de esta carta. Hemos intentando llamar tu atención de otras maneras, pero no te has enterado.

Es muy importante que reconozcas lo que realmente, te está pasando. Es posible que estés despertando del letargo. Que estés empezando a vislumbrar lo que realmente te ocurre. Puede que empieces a comprender… a comprender que no eres tú el culpable de lo que te pasa en tu trabajo…, en tu casa… pues hasta allí ha llegado el caos y la penumbra. ¿Te has dado cuenta de que aquel amigo que te dejó de hablar, quizá estaba siendo manejado? ¿No es verdad que hasta algunos amigos, son ahora solo compañeros? ¿Y que muchos, la mayoría de tus compañeros, ahora no son ya nada? ¿Te has preguntado ya por qué? ¡PREGÚNTATE QUE ESTA PASANDO! Pero aunque la respuesta tiene que venir de ti, no busques en tu interior al culpable: no está allí. Busca, eso si, cerca de ti. No muy lejos estará esa persona que ha conseguido con intrigas, con calumnias, quizá con poder, destruir tu entorno. ¡Esa es la razón de que todo se te vuelva del revés! Esa, y no otra, es la razón, que hay una persona que está usándote como a un muñeco de trapo, que brinda a los demás, a todos esos pobres de espíritu, la oportunidad de que expíen sus culpas sobre ti. Te han convertido en chivo expiatorio… todos a tu alrededor se benefician de tu desgracia. Mientras se ceben contigo, ellos podrán seguir tranquilos. No te has dado cuenta de que aunque ninguno de tus compañeros te lo dice, todos lo saben, mientras quien te acosa te tenga entre sus manos, ellos se verán libres de su violencia. ¡ESA ES LA EXPLICACIÓN! No busque más, estudia todo de este macabro proceso que se ha producido a tu alrededor, y así conseguirás entenderlo. No saldrás nunca de esa película de terror en la que te han metido si antes no entiendes el por qué de cada actor, de cada escena, sin que entiendas que cada extra, cada elemento de ese escenario conforma esa película en la que te han asignado el papel de aterrorizado; pero todos ellos, solos, no habrían podido conseguir en ti un deterioro tan enorme como el que estas soportando
-Analiza.
-Estudia.

¿Quién es el director de escena?, ¿Quién el guionista? Una vez que identifiques a ese elemento, entenderás que el resto son solo personas que no han querido o no han sabido resistirse a la influencia de aquel que realmente busca tu eliminación.

Es posible que tu vida haya transcurrido sin conocer la capacidad destructiva y desestabilizadora del ser humano, es solo porque ni tú, ni las personas con las que te relacionas son perversas. Has tenido la suerte, hasta ahora, de no toparte con un perverso narcisista, y por eso te resulta difícil imaginar en otros sentimientos de odio, de intolerancia y sobre todo: de ENVIDIA. Si no eres envidioso es muy difícil que conozcas realmente el significado de esa palabra por muchas veces que la hayas oído. Aunque aparentemente inconcebible es real que algunas personas al conocer tu rectitud, o al conocer tu don de gentes (los acosadores carecen de empatía), o la belleza de tu pareja, o si simplemente eres capaz de vivir como piensas y vives feliz, y no te lo callas; o que seas capaz de rendir más en tu trabajo con procedimientos no reñidos con la ética profesional… con una sola de estas características es suficiente para que un narcisista te haga diana de su perversión. Estas personas al ver cualquier cualidad en ti, se duelen, les quema profundamente saber que ellas carecen de eso que en ti se da de forma natural. Normalmente estas personas se han creado una personalidad falsa y viven en ella, representan un papel, y se convencen a diario de que ellos son lo mejor; de que lo bueno que puede haber en otros es en realidad patrimonio suyo y en grado superlativo; pero, ¿Qué ocurre cuando se topan con una persona que realmente posee alguno de estos valores? Pues les ocurre que rabian, que súbitamente quedan en evidencia pues por comparación se hace visible su inmensa pobreza personal, su carencia de valores reales. No soportan una presencia que les ofende en lo más hondo y comienzan su torvo ataque. Como única solución para esa ofensa personal se plantean la destrucción de quien le da origen, del culpable de ese sentimiento de pobreza que les invade. Lentamente, seductoramente, pero en todos los flancos al mismo tiempo, un perverso narcisista desarrolla su acción contra su objetivo de forma integral y sin darse a conocer como lo que realmente es para ti, tu enemigo. Si, ¿No te lo puedes creer?, piensa, reflexiona, Ha podido estar contigo con apariencia de normalidad incluso puede haber coqueteado contigo, buscando tu ignorante complicidad para sus fines, y al mismo tiempo puede estar calumniándote o lo que es mas efectivo insinuando sobre tu condición, sembrando la mala semilla en los demás para que brote en los demás, lejos de ella. Su capacidad de seducción y manipulación es tal que a menudo, aquel que está en sus fauces, se siente devorado pero desconoce la identidad de su verdadero depredador. Por eso es importante que si te sientes acosado por un grupo de personas en tu trabajo, lo primero que has de hacer, es identificar el agente causante: aquella persona que ha sido capaz de movilizar a todo un grupo contra ti. A menudo y por increíble que parezca, no es fácil. Es primordial saber quien es el desencadenante del acoso, ante todo porque es el primer y único responsable, segundo porque no podrás desplegar ningún tipo de medida contra ninguno de los demás del grupo ya que además de injusto, no sería práctico: te estarás granjeando la enemistad de todo el grupo de trabajo, y por si fuera poco, te despistaría de tu verdadero objetivo, descubrir al perverso y hacer visible a todo el mundo su acción violenta contra ti.

Si ya sabes:
1.- Que eres una víctima pero que no eres victimista.
2.- Quién es el responsable de tu situación, y
3.- Que el grupo como tal no es el que te ataca, sino que está siendo manipulado.

Entonces ya estas en el mejor camino para volver a renacer. Será un largo camino, duro y pedregoso pero al final de él te espera un nuevo día, tendrás más experiencia, serás más tolerante, querrás más a la gente por lo que es y no por lo que representa. Hoy, créeme, todavía no lo sabes, pero si estás siendo acosado moralmente, la vida, las circunstancias… quien te acosa, te están brindando la oportunidad de iniciar una etapa nueva en tu vida, llena de esplendor, de evolución positiva y crecimiento interior.

NO PIERDAS LA OPORTUNIDAD DE HACERTE UN POCO MAS HUMANO,

Palma de Mallorca, 16 de octubre de 2003

Con todo cariño.

Ricardo Pérez-Accino

Publicada en el libro de Ricardo Pérez-Accino y Estela Álvarez Baraza:

Manual del Curso Fénix

ISBN: 978-84-9981-161-1

Editorial Bubok Publising